Copán Ruinas, Honduras

Dos guardias armadas se han colocado fuera de la pequeña banca enfrente del bar dónde estoy tomando mi mocha (café con chocolate) de la tarde en la esquina del parque en Copán Ruinas, Honduras. Aunque las guardias son civiles su equipo es todo militar pero están charlando amablemente entre ellas. No obstante, su mera presencia me asombra de qué iría a pasar si alguien tratara de robar la banca?  Probablemente cualquier acción herviría más gente inocente que atracadores de la banca.



Hermanas gemelas en primer plano; compañeros de armas en el fondo


En América Central - toda la distancia desde México hasta Guatemala y Honduras (y más lejos) - hasta los camiones de Coca-Cola tienen guardias armadas para asegurar la entrega; pero una vez acostumbrado uno puede ignorar sus presencia, y el ambiente relajado especial por Latino América se impregna.

En toda América Latina el parque central es un cuadrado usualmente dominado por la iglesia, la policía, el ayuntamiento (la administración civil) y otro edificio cuasioficial como bancas, enmarcando un área de descanso con bancos colocados entre recintos con flores y plantas, a menudo enmarcados de estacadas bajas de hierro.
   La estructura cuadrada de las calles de la ciudad (inglés: grid) fue ordenado en los primeros años del Siglo XI por el rey Felipe 2. que en su ordenanza de 1512 (las Leyes de Burgos, el acta de fundación) quería establecer orden en la Nueva España caótica: “Empiecen con la construcción de la plaza central para poner la iglesia y el gobierno en el centro. Entonces doblar la construcción de cuadrados y calles hacia fuera.” Ese era el origen del famoso grid que se ve en casi todas ciudades de la América del Norte, en otras palabras, no una invención estadounidense sino española.



La ordenanza real mandando la estructura cuadrada in Nueva España
(foto de los archivos en Sevilla, España)


Desde mi punto de vista en la esquina del parque en Copán Ruinas veo la vida diaria andar su curso. Los ubicuos vendedores evitan con agilidad las motos tuc-tuc que sirven como taxis baratos, y cuando venga el crepúsculo hacia las cinco más gente se aglomera en el parque, incluso las chicas que se pavonean enfrente los chicos sentados en las bases de las estacadas. Tres chicas en un vehículo grande y ruidoso dan vuelta por vuelta haciendo señas con las manos cada vez que pasan. Y son miradas ya que no hay nada más que observar, o – más bien – observar y ser admirado es lo qué importa en esta hora de descanso.


Copán Ruinas tiene su parte del turismo internacional por las ruinas famosas de la dinastía maya fundada por Yax K’uk’ Mo en el Siglo VI:


Dicen que el fundador Yax K’uk’ Mo venía de un país muy lejos (Mexico?)


La mayoría de las ruinas fue descubierta no hasta los años 1990, de hecho se extenden 24 km2 (cerca de 10 millas cuadradas), incluso no sólo los templos y las residencias del rey, su familia y concubinas, los sacerdotes y los escribanos, sino también las ruinas de las residencias de los sirvientes y sus familias. En el museo local están expuestos los objetos hallados en las tumbas pero los objetos más interesantes son las estelas y altares con glifos explicando la historia de la dinastía de 16 reyes.


El altar muestra la sucesión de los 16 reyes de la dinastía, cuatro reyes en cada lado


El sitio da una impresión tremenda en su esplendor de muchas facetas. Así como el general americano Patton, cuando visitó el campo de la batalla de Cannae en Italia del sur, es perfectamente posible para mi imaginar los mayas con una talla de cinco pies poblando las plazas, haciendo sus trabajos diarios fuera de las residencias – adentro vemos las camas de piedra en las cuales dormían las familias encima de esteras de pajas y cubiertas de pellejos.

Ya que el leer y el entender de los glifos se ha desarrollado acelerando en los años recientes, sabemos mucho sobre los mayas, la dinastía y los rasgos y intereses característicos de cada uno de los 16 reyes. Sin embargo, probablemente lo más interesante es el descubrimiento de templos menores y más antiguos adentro los templos grandes; algunos de aquellos aun tienen los colores originales (usualmente rojo). Así hallaron intacto el segundo templo de siete templos uno por dentro del otro, y en el museo está una replica de aquel templo rojo. En la estructura original un sistema de túneles llevan al visitante a los cuartos interiores:





En la ciudad los turistas se van del parque a los restaurantes, de los cuales algunos ofrecen comida internacional bien conocida como si los turistas hayan tomado bastante del ambiente hondureño. Cargas de turistas ocupan los restaurantes más parecidos a los de San Francisco y continuamos andando hasta que encontremos un lugar con deliciosos platos hondureños.



Un patio agradable para tomar un cafecito


Así Copán Ruinas es una mezcla del turismo moderno internacional y un pueblo dormido con una atracción de cinco estrellas en su turbante. Pero hay más que ver: afuera de la ciudad está un refugio de pájaros, especialmente papagayos (aun acomodan pájaros estresados de otras residencias antinaturales); y muy cerca hay una aldea con un taller de mujeres produciendo pequeñas muñecas de hojas de maíz.

En el camino de cinco horas hacia atrás la Ciudad de Guatemala en el autobús de lujo (aun tiene sillas de clase business) estamos tratando de abrazar las impresiones de los tres días en Copán Ruinas. Sin embargo, aunque tardábamos en digerir la información de un pasado muy lejos todavía es casi demasiado grande para explicarlo con palabras.  Seguro, las ruinas de Copán Ruinas es una vista obligatoria si queremos entender la cultura maya.


 
Vista del campo de la pelota sagrada desde la cumbre del templo mayor

Erik Moldrup
Noviembre de 2007